Hola a todos!! Mi nombre es Priscila, ¿cómo han estado? ☺️

Este blog, creo que ha sido uno de los más personales, aquí les hablo sobre lo que pienso en realidad del skincare! y estoy deseando que les guste, se sientan identificados y les aporte algo para el alma!

 Hace poco estos dos grandes amigos (los de la foto arriba), me enviaron la foto usando las mascarillas de Pambú, y claro me dieron permiso de publicarla: estaban felices.

 Están de paso en Colombia, tuvieron un viaje complicado y deben regresar a su país apenas puedan. (el viaje se alargó por el bloqueo de los aeropuertos durante la pandemia), y sus planes cambiaron de la noche a la mañana por muchos motivos. 

 Hace dos meses les envié unas mascarillas de regalo con la finalidad de que pudieran compartir un espacio de pareja agradable, relajarse, y claro tratar la piel, pues me contaron que el clima en Bogotá les tenía la piel seca, adolorida y los labios escamosos.. Yo no sé si ustedes ven lo que yo veo.. pero creo que ellos entendieron el punto, se les ve en la mirada.. sintieron alivio, pudieron parar un poco, y dedicarse un espacio de amor personal y sentirse mimados. Este tipo de momentos son los que me llenan tanto de mi trabajo, (este es el punto central de lo que quiero contarles hoy)

 Este año ha sido bien complicado para todos, para unos más que otros, es verdad, pero todos nos enfrentamos a lo desconocido, que no sabemos qué va a pasar y cuándo va a pasar, que si la nueva realidad, que si bajan las cifras de contagio, que si vuelven a subir ¡que estrés! Es un lío porque es difícil saber qué hacer y cómo mantener a raya la ansiedad, el aburrimiento y el miedo, que han sido los verdaderos enemigos del 2020. 

 Un consejo... 

Yo hoy les quiero dar un consejo, y yo sé que si ustedes están leyendo esto es porque les interesa el skincare, pero resulta que el revolcón que nos está dando este año también nos afecta la piel, porque nuestras emociones están al borde y podemos caer en la depresión y ya no nos da ganas de hacer nada, no nos queremos parar de la cama, ya ni nos lavamos la cara… ¡Sí, eso puede pasar!

Pero también podemos irnos al otro extremo… que en medio de la ansiedad y el aburrimiento, comenzamos a vernos los mil y un defectos y entonces nos ponemos como locos a comprar cuanta cosa salga en las redes, y hacer yoga facial, y hacernos masajes, etc... 

 Crea un ritual:
Mi mayor consejo para este momento no es solamente cumplir un número de pasos de la rutina de skincare, o aplicarte este u otro producto, sino crear tu propio ritual de selfcare (cuidado personal, en este ámbito).  

Podrá sonar a cliché, pero es bueno hacer yoga, o el ejercicio que más te guste, pero mueve el cuerpo y la cara, párate de la silla, aléjate de las redes sociales un rato, y ¿por qué no? toma un baño tibio, masajea tu piel con un delicioso exfoliante, prende una vela de aromas, prepárate un té, o un café, lee un libro.. 

 Parecen tonterías, pero esas pequeñas cositas que haces por ti le están diciendo a tu cuerpo y a tu mente ¡I LOVE YOU! y no, no es un tema superficial. Es en serio, son cositas, detalles de ti para ti. Eso puede ayudarte a descansar y relajarte.

 Esto puede ser un paso importante para posiblemente mejorar tu salud mental: Hay algo un poco meditativo en simplemente sentarte en tu habitación/baño y tomar esos 10 minutos solo para ti.
 

Para personas como yo, que están todo el día bajo la lupa del estrés, y las 24 horas no alcanzan para mis interminables listas de to do, la rutina de cuidado de la piel se ha convertido en sólo el tiempo que tomo para mí dos veces al día. Es el momento en donde puedo tomarme un descanso de lo que sea que me depare el día y poner todo en pausa para relajarme un poco.  Para muchos otros rituales como tomar una tasa de café, una caminata diaria... 

 No son tonterías

Hay mucha gente que critica eso de “la búsqueda de una piel perfecta”, y hasta piensan que es una estafa comercial, pura publicidad falsa, “botar la plata”, y sí, en parte hay mucho de razón en esto, porque no existe algo como una piel perfecta, y es lo que he tratado de decir muchas veces ¡La meta es una piel saludable! Pero lo que la gente olvida es que cualquier acto de cuidado de la piel puede considerarse cuidado personal, y eso –en serio- tiene repercusiones en el estado de ánimo.

Tómate diez minutos, sólo diez, sólo para ti. Tú contigo, consintiéndote ¡pero no echado en la cama, ni viendo televisión! Sí, yo sé que uno anda todo el día estresado y corriendo y que el tiempo no alcanza… o el otro extremo, que no tienes nada qué hacer y te deprimes… ¡Y lo uno y lo otro te empujan a la inactividad! ¡Eso es horrible!

Pero vamos, anímate, tómate esos diez minutos para hacer tu rutina de skincare con calma, disfrutándola. ¡Pon música! No sé… fantasea que estás en el mejor spa del mundo. ¡Pon tu playlist favorita! Huele tus productos de skincare y disfruta los olores. Cambia tu rutina, haz algunas variaciones y tómate tu tiempo para cuidarte a ti, no para untarte todo lo que encuentras. Hazlo con amor, disfrútalo.

¡Ah! Eso sí, cuéntanos qué has hecho para cambiar tu rutina de skincare, comparte tus trucos, qué música pones; así todos nos ayudamos a hacer de este momento algo mucho más llevadero 💓